Anna Hidalgo (61 años, socialista, española de origen) acaba de ser reconfirmada como alcaldesa de París. Ya era famosa por haber sido elegida la primera mujer alcaldesa de la capital francesa en 2014. En los años siguientes, ha ido consolidando su notoriedad sobre todo gracias a sus políticas hacia una movilidad más sostenible, destinadas específicamente a transformar París en una ciudad para las personas y no para los coches, cada vez más respetuosa con los peatones y los ciclistas, con más zonas verdes y menos tráfico motorizado, aire menos contaminado y más carriles para bicicletas.

El secreto de su éxito radica en las muchas cosas que ha logrado y sobre todo en el cumplimiento de la mayoría de sus promesas electorales. A este respecto, podríamos enumerar decenas de ellas, pero entre las más importantes nos limitamos a recordar la nueva red de carrilbici, completada en sólo tres años (que está produciendo un fuerte aumento del número de ciclistas en la ciudad), la peatonalización de 7 grandes y prestigiosas plazas parisinas (incluyendo la remodelación de la Plaza de la Bastilla que, después de siglos de espera, devuelve finalmente el espacio y la habitabilidad a la gente). El cierre al tráfico de coches a lo largo del Sena, terminando con el uso inteligente de incentivos apropiados para que los individuos y las empresas cambien los hábitos de movilidad de las personas, y faciliten el abandono de los viejos vehículos contaminantes en favor de las bicicletas eléctricas y las bicicletas de carga.
Desde hace años, la alcaldesa parisina (junto con los alcaldes de Grenoble y Estrasburgo) está al frente de una guerra implacable contra la contaminación acústica y atmosférica de la ciudad, para devolver a los residentes aire limpio y espacios públicos de calidad. Los instrumentos que ha utilizado con éxito son innumerables y ahora pertenecen a la historia de la política de movilidad de la ciudad, y se han tomado ampliamente como ejemplos. Como el establecimiento de una ZPE (zona de bajas emisiones) que se extenderá progresivamente, como la prohibición absoluta del diesel en 2024 y 2030 de todos los motores de combustión interna, y como la extensión progresiva del límite de 30 km en la ciudad.
También es bien sabido que la alcaldesa cree firmemente en el urbanismo táctico y en la bicicleta como una herramienta muy útil capaz de regenerar la ciudad; con la reconfirmación de su mandato, Hidalgo podrá continuar en su empeño de transformar París en una ciudad cada vez más apta para los ciclistas, quitando de las calles muchas decenas de miles de plazas de aparcamiento (estamos hablando de al menos 60. 000 coches), para convertirla en una única y amplia zona de 30, y para dar forma concreta a lo que todos consideran uno de sus más prestigiosos buques insignia: la llamada «Ciudad 15» que consiste en la sustitución material del uso del automóvil en la ciudad por la posibilidad de desplazarse a pie o en bicicleta y «en un radio de 15 minutos» encontrar disponible, sin necesidad de recorrer largas distancias en coche, todo lo que el ciudadano necesita para vivir de forma normal y sostenible (es decir, una farmacia, una biblioteca, los servicios más esenciales, las distintas tiendas, una sala de urgencias hospitalaria, etc.)
Pero otro objetivo acaba de ser expuesto como el siguiente por la alcaldesa de París. La finalización del proyecto, que para 2024 a más tardar, prevé la terminación al 100% de todas las obras de la nueva red de carriles bici urbanos, a disposición de un ejército cada vez más numeroso de ciclistas y peatones.
Para concluir este breve perfil de la guía recién elegida de París, cabe señalar que, como resultado de la singular elección de la «ola verde» del domingo 28 de junio, la voz de Hidalgo ya no está aislada: está rodeado por otros numerosos compañeros ecologistas, empezando por los alcaldes de Lyon y Burdeos y terminando por el alcalde de Estrasburgo, por nombrar los más importantes, todos ellos decididos a lograr las transformaciones que permitan rediseñar las ciudades no mirando a los coches sino a las personas y recuperar la habitabilidad, el espacio y la libertad de movimiento, que hasta ahora se han negado o limitado injustamente.
Por último, cabe considerar que la reciente reconfirmación de Anna Hidalgo como alcaldesa de la capital francesa, muestra de manera sorprendente cómo el tema de la movilidad activa y el tema de una nueva forma de diseñar el espacio urbano mirando a las personas y no a los coches, están ganando estratos cada vez más amplios de la población y atestiguan que las políticas para una movilidad diferente, activa y sostenible, están cada vez más presentes en la agenda política de un número cada vez mayor de administraciones en nuestras ciudades.